El gluten se encuentra en cereales como el trigo, la cebada o el centeno y también en sus variedades e híbridos como la espelta, la escanda, el kamut y el triticale. Hasta aquí no hay problema.
Si eres celíaco debes huir de estos productos y, por lo tanto, de todos los platos que los incluyan: rebozados, pan, galletas, pasteles, pizza y pasta. ¿Pero qué pasa con los platos preparados? ¿Y con los alimentos industrializados? ¿Puede un celíaco comérselos tranquilamente? ¡La respuesta es no!
El gluten se utiliza para potenciar el sabor de las cosas, como espesante de las salsas y cremas y hasta para que algunos productos pesen más. Aquí 10 alimentos que nunca pensarías que puedan tener gluten.
1.Yogur de frutas: a más sabor, más gluten
Los celíacos no somos intolerantes a la lactosa. Comer un yogur no tendría que ser un problema pero el gluten es un buen potenciador del sabor. ¡Al loro, pues, con los yogures que no son naturales!
2. Patatas bravas: o cambiamos de tapa o preguntamos al camarero por la freidora
La patata no lleva gluten, freírlas no está contraindicado y si la salsa brava es casera o está etiquetada como “Sin Gluten” no hay problema. ¿Qué pasa entonces?
Al freír las patatas muchos bares y restaurantes usan la misma freidora donde se fríen las croquetas, por ejemplo, y aquí está el problema: la harina de las croquetas se queda en el aceite y el gluten pasa a las patatas.
3. Especias: para evitar problemas, mejor en grano o rama
La pimienta molida, la canela o la cúrcuma en polvo no son seguras del todo. De nuevo las marcas pueden añadir gluten a sus productos para dar más aroma o color a la especie.
Así que, si el bote no te asegura que no lleva gluten, lo más adecuado es que la especie se compre tal cual la naturaleza nos la sirve: en rama, hoja, grano, raíz o semilla.
4. Frutos secos: mejor pasar de largo de las paradas de frutos secos a granel
Qué bonitas las tiendas que exponen sus productos a granel con gusto, con esas preciosas cestas llenas de frutos secos que dan vistosidad y que decoran con sus colores y texturas las paradas de un mercadillo ambulante. Son bonitas, sí, pero también peligrosas. ¿Por qué?
Porque no te puedes fiar de los productos que no estén envasados. Existe la contaminación cruzada y también la posibilidad que a alguien se le caiga una miga de pan en el capazo de las nueces.
5. Té verde: hay que controlar el campo de cultivo
Las infusiones sin aromas no tienen porqué contener gluten pero mejor que lo indiquen explícitamente. Por la zona de cultivo del té verde o la manzanilla se pueden haber cultivado antes cereales, o en campos adyacentes.
Más allá de esto los aromas y las mezclas favorecen la contaminación por gluten así que cuidado con la manzanilla con anís, la mezcla de té verde, té blanco y té rojo y el té con sabor a fresa, a melocotón, de limón o la tila-naranjo, entre otros.
6. Chorizo y jamón: bocadillos y cocidos bajo sospecha
Lo que da más seguridad a un celíaco es comer productos naturales y frescos pero los embutidos no lo son nunca. Siempre están procesados y por eso es probable que contengan gluten.
Salchichas, jamón, fuet, chorizo, mortadela, paté e incluso los quesos para untar pueden ser perjudiciales para un celíaco porque pueden llevar almidón modificado o vegetal que proviene del trigo o directamente harina de trigo como espesante.
7. Cereales de arroz: imprescindible mirar bien los ingredientes y las trazas
Desayunar cereales no es imposible pero los copos de arroz no son garantía de nada. Si no se especifica que no contienen gluten no se pueden comer.
En estos casos el gluten se utiliza para poder fijar vitaminas y minerales, para darle consistencia a los copos y para añadir proteínas al alimento. Por eso si leemos bien las etiquetas encontraremos a menudo que llevan “gluten de trigo”.
8. Chocolate: para no arriesgar tomar cacao puro
Los celíacos no tienen que renunciar al chocolate pero cuánto más puro sea, menos riesgo. Las marcas de chocolate fabrican cada vez más variedades de tabletas: con avellanas, con arroz inflado, con galletas, etc. Aunque la tableta que se compre sea sólo de chocolate negro o chocolate con leche se recomienda comprar únicamente aquellas marcas que dejen claro que no es peligroso para un celíaco.
El chocolate en polvo no se escapa de la polémica. Los celíacos son de Nesquik y la explicación es que su gran rival, Colacao, tiene gluten y en cambio Nesquik, no. Igual que pasa con las infusiones y los cafés de máquinas expendedores se recomienda evitar el chocolate a la taza que te sirven estas máquinas.
9. Hamburguesa: sin harina de trigo aunque se deshagan
Una buena hamburguesa o una albóndiga deliciosa también se come por los ojos. La forma que tengan y que no se deshagan al cocinarlas es básico para que tengan un buen aspecto. Es por eso que la mayoría hemos utilizado o migajas de pan o harina de trigo para evitar que queden espachurradas.
Hacerlas sin harina de trigo es posible pero no lo más habitual. Así que o las hacemos en casa o bien nos aseguramos que no le han puesto ni pizca de harina de trigo.
10. Golosinas y caramelos
Cada vez es más fácil encontrar golosinas y caramelos etiquetados “Sin Gluten” pero hay que tener claro que no todos son aptos para celíacos. En este caso el gluten aparece o bien por contaminación cruzada o como conservante, colorante o endurecedor.
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